PRENSA
















SHOW ON LINE- Crítica de Estela Gómez


“Muchas maravillas hay en el mundo, pero la obra maestra es el corazón materno”. Ernest Bersot

Te quiero tanto, tanto… o un desesperado acto de amor
Todos los seres humanos, somos capaces de hacer cualquier cosa por amor, por eso, todo es válido, hasta lo más increíble, para mantenerlo vivo.  

Estamos ante una temática que nos atrapa siempre, ya que cuando se habla de temas del corazón, y más si se trata del amor incondicional de una progenitora , nos envuelve en una atmósfera conmovedora, afianzando nuestra convicción de que no hay sentimiento más sublime que el de una madre.
Pero ésta obra del talentoso Martín Comán, marca la diferencia, porque dentro del texto en cuestión, consigue darle una áurea enigmática, teatralmente atrayente.

La trama cuenta la historia de Amanda (Erika Wallner), una mujer poderosa, pero humana, con dudas sobre el paso del tiempo y con preguntas sin respuestas, como nos pasa a todos, y, que está siempre acompañada por su fiel colaborador y enamorado Lorenzo (Juan Carlos Denicolay). Ella, tiene un hijo, Juan (Alfonso Burgos), quien, enfermo, piensa y siente que está muy alejado del amor materno, y junto a su pareja Malena (María Verónica Nicolai), también con problemas familiares, ya que tiene un hermano, Franco (Martín Comán) con la salud mental resquebrajada,  tratan de sobrellevar la vida juntos. En el día del cumpleaños de Juan, su mamá debe viajar y esto le molesta mucho. Pero, algunos de sus amigos llegan para pasar con él ese día, Lola (Lujan Martínez), una persona tímida, pero charlatana a la vez, y, Sebastián (Matías Teres), un amigo con recuerdos dolorosos de su pasado. Ellos están ahí, pero Juan, ¿está?, ¿qué pudo haber pasado después de un llamado telefónico, que le hicieron a Malena? ¿Qué es capaz de hacer Amanda, por sentir a su hijo cerca?

Definitivamente, es una puesta muy movilizante, no sólo por el argumento, sino también por las actuaciones, ya que los personajes son muy diferentes entre sí, aunque están unidos por un mismo dolor, el desamor, y, las actrices y los actores se despliegan  acorde a cada uno de ellos, muy bien, en escena. A saber, a Erika Wallner, una actriz de raza, se la ve firme, pero emotiva, en un rol clave, ya que está dispuesta a todo, notándose así, su profesionalismo. Al versátil, Juan Carlos Denicolay, lo vemos como un romántico, lleno de afecto para dar, inclusive en el momento de descubrirse como profesional; Alfonso Burgos, es un ejemplo de ductilidad al momento de sufrir, compenetrándose y logrando su cometido, y, María Verónica Nicolai, saca todo su potencial, siendo dulce y también enérgica cuando el papel así lo requiere. Con respecto a, Luján Martinez, podemos decir que es una intérprete en potencia, comprometida con su trabajo, haciendo de una persona un poco infantil y con mucha ternura para dar; y, Matías Teres, deja su sentir sobre las tablas, con risas y con llanto, llega al alma. Para el final, dejo a Martín Comán, que hace una brillante interpretación de Franco, en su rostro, en su voz, en sus ojos, se nota como se le internalizó el personaje y lo devuelve al público con total idoneidad. Es un excelente actor, que debemos valorar y apoyar en todos sus emprendimientos.

Con éstas potencialidades, que ahondan en las heridas abiertas de seres carentes, con un  argumento llamativo y, porque no, misterioso, transitamos por un mundo desconocido, pero que, quizás, es un puente para muchos individuos que buscan imperiosamente una señal.

La sensible música (Jorge Pascuale), la iluminación (Martín Pedro De Amezola) calificada y el pertinente vestuario (Mercedes Uria), le dan el contexto ideal e indispensable a la hora de desarrollar cada escena, hasta el más mínimo detalle es interesante y no se lo puede dejar pasar. Se percibe un equipo de trabajo consistente y experimentado, llevando a cabo un gran espectáculo para recomendar y verlo más de una vez, porque tiene mucho para develar y  reflexionar.
IMPERDIBLE.

http://www.showonline.com.ar/CriticaId.php?id=619
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GEO TEATRAL- Crítica de Belén Salituri



TE QUIERO TANTO TANTO...Crítica.
La desesperada búsqueda de afecto. Martín Comán escribe y dirige esta conmovedora pieza teatral protagonizada por Erika Wallner y Alfonso Burgos, que llevan adelante intensas interpretaciones en un mundo que necesita amor. Por Belén Salituri.






30.Junio.2012
Considerar la vida sin amor no parece factible, pero en esta historia dramática con algunos toques de comedia, la falta de o el punto máximo de afecto en las relaciones humanas están llevados a su máximo exponente.En esta obra escrita y dirigida por Martín Comán, quien además forma parte del elenco, el afecto es el eje principal que mueve los hilos de esta intensa historia. Amanda (Erika Wallner) es una mujer adinerada, preocupada por su apariencia y por lo que el paso del tiempo puede hacer con ella. Esta actitud provoca en su hijo Juan (Alfonso Burgos) un sentimiento carente de afecto por parte de su madre, de quien se siente alejado, y al mismo tiempo molesto por no poder compartir tiempo con ella. La trama se desarrolla el día del cumpleaños de Juan, que se entera de que su madre no estará con él. Ese mismo día, su novia Malena (María Verónica Nicolai) recibe la inesperada visita de su hermano Franco (Comán) y con él, el tormentoso recuerdo de un pasado que la asecha. 
Cuando todo está en marcha para comenzar el festejo, una llamada telefónica cambia el rumbo de la historia y Amanda hará todo lo que tenga a su alcance para poder conectarse con su hijo y demostrarle su amor.

Con una escenografía, iluminación, musicalización que brindan el contexto adecuado a las situaciones que se desarrollan, queda comprobado que no se necesitan grandes producciones para poner una historia compleja sobre el escenario. Con elementos simples, pero que denotan dedicación,
 Te quiero tanto, tanto… tiene lo necesario para poder sostener la obra durante casi hora y media. 

La precisa dirección de Comán logra una poderosa actuación de Wallner, quien como siempre se destaca en el escenario. Burgos la acompaña con un personaje profundo y cambiante de emociones a lo largo de la obra, muy bien ejecutado. Luján Martínez y Matías Teres despliegan momentos de drama y comedia que los hacen brillar en el escenario al interpretar a los extravagantes amigos de Juan. El trabajo de Juan Carlos Denicolay se destaca en contraparte a la carencia de afecto poniéndose en la piel de Lorenzo, que se encuentra enamorado de Amanda. No debemos olvidar a Nicolai y Comán en dos personajes que llevan las emociones a flor de piel y lo consiguen con éxito yconmoviendo. 

El homogéneo nivel actoral del elenco logra ir a la par del complejo guión que hacia el final desorienta y confunde, hasta desenlazarse en un impredecible y sorprendente final que llevará a la reflexión.


Belén Salituri
belen@geoteatral.com.ar

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Destacados trabajos de Erika Wallner y Alfonso Burgos. Martín Comán consigue momentos muy logrados, y que con una estética de telenovela diseñó una Puesta en Escena Dinámica. Te Quiero tanto, tanto... es una historia de amor diferente, contada por seres carentes de afecto, con situaciones sostenidas por mentiras, y grandes esfuerzos por mantenerse juntos. Gastón Olivera- Revista VEAMAS
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DIARIO POPULAR
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POR NORMA DUMAS


TEATRO. DETRÁS Y TE QUIERO TANTO, TANTO

En la órbita de Freud




De pronto, la conciencia teatral decide explorar terrenos más recónditos y se mete “de prepo” en el subconsciente de la humanidad para demostrar que nada en la vida escapa a su perseverante ambición de descubrirla y proyectarla en un escenario cualquiera. Algunas de las subyacentes especulaciones que Freud desparramó sobre este indefenso mundo se asoman con la debida dosis de histrionismo en las siguientes dos alucinantes propuestas.
Marcelo Savignone perturba ingeniosamente las reservas mentales de cualquier espectador con su casi desopilante creación de Detrás, la historia de una familia con su otro yo navegando fatalmente a la deriva. En la Ciudad Cultural Konex una inspirada, original y proyectiva concepción escénica y el entusiasta y convincente desempeño de intérpretes como Demián Candal, Natalia Cavallaro, Belén Robaina, Gisella Longo y Selva Lione transforma esta fusión de grotesco y melodrama en un espectáculo espirituoso.

La presencia y el innegable magnetismo escénico de Erika Wallner, junto a un staff perceptivo y animoso, propician la imaginería desplegada por Martín Comán en su obra Te quiero tanto, tanto (foto), una especulación entre esotérica y nebulosa para una audiencia apegada al ritualismo del más allá. En La Mueca (Córdoba y Godoy Cruz), la sigilosa diosa metafísica expone también su alegórico poder de convertir, entre rutilantes candilejas, cualquier fantasía en realidad. 


http://veintitres.infonews.com/nota-4701-portada-titulo.html
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REVISTA MÍA
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